Historia y toponimia

HISTORIA

Villaralbo se encuentra enclavado en una zona arqueológica muy interesante. Su proximidad al río ha dado lugar a que la zona haya estado habitada desde la antigüedad. Destaca la ocupación, hacia el año 1.700 al 1.000 a. C., del lugar denominado “El Juncal”, a 200 metros de la actual ribera del Duero, por miembros pertenecientes a la cultura denominada "Cogotas I" confirmada por el hallazgo de un enterramiento primario, de inhumación individual. A juzgar por los materiales hallados en el hoyo funerario, podrían pertenecer a la denominada fase rotocogotas, correspondiente a la Edad del Bronce Medio. El hallazgo en prospección de un molino naviforme completo y la recuperación de varios fragmentos en su condición de utillaje pesado, sugieren que El Juncal pudo ser también una aldea de cierta duración [Esparza et al., 2008]. En otra de las zonas conocida como “Los Montones” –quizá aludiendo a túmulos o enterramientos- se halló un hacha de sílex. En una intervención posterior, en una parcela adyacente, se localizaron 178 hoyos que variaron y ampliaron los datos conocidos del enclave: se ha incrementado su extensión espacial y temporal –desde Calcolítico a Cogotas 1 Evolucionado– y se detectó una estructura compleja – posible cabaña- y una distribución de los hoyos en áreas posiblemente diferenciadas por sus actividades [Sánchez Sánchez, E. y Moreno, R. Mª, 2010]. Posteriormente la zona estaría ocupada por los Vacceos cuya vida nómada se dedicaba principalmente al pastoreo.

La dominación de Roma su dominación en la zona comenzaría en el 157 a. C. hasta el año 400 de nuestra era. De la época romana existen numerosos restos en las cercanías, pero fuera de la demarcación territorial de Villaralbo, destacando el yacimiento El Alba. Entre los años 711 y 1.017, con motivo de la invasión árabe, el curso del Duero fue la frontera natural entre cristianos y musulmanes, siendo arrasada reiteradamente la zona tanto por las huestes cristianas como por las de Almanzor y El Wadih. Como consecuencia de dicha ocupación en Villaralbo se registraría un pago denominado “Juan Morisco”.

Época medieval

En 1.116 aparece el primer testimonio escrito del nombre de “Villaralvo”, debido a la donación de determinados territorios por parte de Doña Urraca a la Orden de San Juan constituyendo la Encomienda que abarca 11 pueblos y pequeñas aldeas:

"Vobatam id est Algodre et Holmo et Vallesa et Ordeño ac Villaralvo, et Castrello de Villavite
et Vadelo et fonte de illa paenna (Fuente la Peña) et Villa Ascusa et Cañizar"

En 1.158 se registra documentalmente el lugar denominado San Lorenzo del Soto. Y en 1.176 el Prior de San Marcos de León compraba en este lugar unas tierras, por las que pagó veinte maravedíes y un rocín de quince maravedíes. En 1254, el obispo zamorano Pedro intercambiaba tierras con Munío Sánchez, en Arcenillas, Moraleja y Villaralbo por otras en el término de esta última localidad.

En 1.476 Villaralbo fue espectador del paso por su camino real de los partidarios de Alfonso V de Portugal contendientes en la batalla de Toro frente a las tropas leales a Isabel la Católica. La victoria de estas últimas permitió afirmar el reinado de Isabel La Católica y Fernando de Aragón. Durante el Medievo la propiedad en Villaralbo estuvo en manos de la oligarquía zamorana. Muchas heredades pasaron a manos del clero, transformándose los vecinos del lugar en renteros.

Fue Villa de Realengo, afecta a los tributos y derechos reales. No fue villa de señorío ni de las Órdenes.

Edad Moderna

Ya en el año 1.530, tal y como consta en el archivo diocesano, fue fundada por Andrés Flórez la capellanía de Villaralbo. En los años 1.557 y 1.580 aparecen en la provincia de Zamora dos graves epidemias de peste, superando con creces la última a la primera, y según se relata en el libro “Grandezas de León” de Fr. Atanasio de Lobera, afectando gravemente a Villaralbo.

Destacan en ese siglo tres noticias sobre riadas en Zamora, en los años 1.586, 1.596 y 1.597 y fueron de orden creciente. La más grave de las tres fue la tercera de la que encontramos la siguiente referencia: “Ocurrió el 14 de enero de 1.597. El río fue invadiendo progresivamente los distintos monasterios y conventos, tambaleó el puente derribando casas (pasando de ciento) (…). Villaralbo sufrió poco más o menos pero entre tanta desgracia no la hubo personal por la diligencia con que se acudió al auxilio de los que lo necesitaban.”.

El apartado de las desgracias naturales continúa en los dos siglos siguientes en los que Villaralbo padeció una plaga de langosta además de una gravísima sequía en el año 1.650 (la plaga se repetiría en 1.874) y otra gravísima inundación en 1.739. Este panorama se completa con un terremoto que tuvo lugar el 1 de noviembre de 1.755, aunque fue leve.

Entre los años 1.746 y 1.757, bajo el reinado de Fernando VI todo el país prosperó y este progreso también se dejó notar en la comarca. Este siglo finalmente se cerró con la prohibición de las rogativas de la Virgen del Viso y de la Hiniesta, que se llevaban por entonces hasta la capital, con el pretexto de que causaban desórdenes.

En 1.834 se abatió sobre toda la comarca una grave epidemia de peste colérica de la que enfermaron 8.448 personas muriendo 2.235.

[Espaza et al, 2008]

Esparza, A., Delibes De Castro. G., Ramos Fraile, P., Salvador Velasco, M. y Velasco Vázquez, J. (2008). Una nueva sepultura del grupo Cogotas I en “El Juncal” (Villaralbo, Zamora). Zephyrus: Revista de prehistoria y arqueología, LX (1), 155-175.

[Sánchez Sánchez, E. y Moreno, R.M., 2010]

Sánchez Sánchez, E. y Moreno, R.M. (2010). Nuevos hallazgos en el yacimiento de "El Juncal" (Villaralbo, Zamora). Notas sobre Su funcionalidad, cronología y extensión. IEZ Florián de Ocampo, Anuario 2010, 11-26.

           Click para enlace al ESTUDIO ARQUEOLÓGICO "YACIMIENTO EL JUNCAL, Nuevos hallazgos" 

  


TOPONIMIA

Contracción de las palabras Villar y Albo.

Villar (del latín villaris):

Pequeña población creada para repoblar las tierras conquistadas y que daba lugar a la constitución pequeñas propiedades independientes trabajadas por los repobladores como propietarios libres, aunque con dependencia del rey quien la había tomado como despoblada. Incluso la palabra Villar podría hacer referencia a una casa de recreo en el campo.

Albo:

Patronímico convertido en topónimo, como consecuencia de la ocupación árabe y posteriormente mozárabe de la zona.